En busca de la trascendencia
Después de un largo período de trabajo en distintos puntos del continente asiático, Jorge Canale presenta su nueva propuesta “La Reconvención”
en Buenos Aires. La exposición cuenta con doce obras distribuidas en
dos salas que cuentan dos partes de una misma historia. La obra de
Canale permite una lectura dinámica a través de sus instalaciones, donde
se traman diversos lenguajes como la pintura, la escultura, los objetos
industriales, la fotografía y la reproducción audiovisual.
La multiplicidad de recursos manifiestos en
la muestra da cuenta del diverso camino profesional recorrido por el
autor. Partiendo de los dominios de la arquitectura, su campo de acción
se ha extendido al diseño gráfico, la comunicación empresaria y las
artes plásticas. Las distintas instalaciones presentadas en esta muestra
proponen un cóctel de estímulos al espectador, quien tendrá que ejercer
una tarea activa. En palabras del propio Canale: “Al espectador,
sobreviviente de ese campo de batalla donde la obra agoniza su sentido,
le será otorgada la homilía de la interpretación”.
Las reflexiones volcadas en las obras poseen
claras reminiscencias biográficas, comenzando por la fotografía que abre
la muestra, retratando al artista en su etapa adolescente. La palabra
también juega un papel clave. El origen jurídico del concepto reconvención -síntoma
de la profesión ejercida por su padre- es resignificado con un renovado
lineamiento. El texto grabado en el muro que da inicio a la muestrafue
elaborado por el artista y nos habla de una reflexión profunda sobre
distintos procesos de búsqueda, renovación, quiebre y recreación. Las
obras reflejan esta pulsión y funcionan como disparadores para realizar
un camino introspectivo propio. Por otra parte, los títulos de las obras
también colaboran sugiriendo, provocando y guiando a través de un
sendero que incluye un popurrí de dilemas existenciales: el peso de los
legados familiares, los procesos inconscientes, el desafío vocacional e
incluso la muerte.
Uno de los recursos más interesantes de la
muestra está formado por una serie de tres obras que se ubican al inicio
del recorrido. La primera de ellas (“La Piedad”), una pintura que marca una secuencia de cinco escenas al estilo storyboard -de
hecho, esa fue su función original-. La segunda está formada por una
serie de distintos recortes de la obra anterior que son proyectados en
una pantalla mediante diversos tipos de planos. La entidad de la obra
pictórica original cambia radicalmente, así como su impacto en el
espectador. La selección de fragmentos de la pintura destaca ciertos
puntos de interés que pueden pasar desapercibidos en una primer mirada
de la obra pictórica. A su vez, la proyección es acompañada por el
sonido de un teléfono sonando que nunca es atendido. Un sonido
estandarizado, constante y dramático que focaliza cada cambio de plano.
En esta transposición son aprovechados estratégicamente los recursos
propios del soporte audiovisual. El conjunto se completa con una tercer
obra (“La Ciénaga”) que, en un lenguaje objetual, pareciera
obrar como desenlace de la secuencia antes mencionada. En este grupo de
obras, el autor pareciera proponer una reconvención de su
propia obra, montando lenguajes paralelos y complementarios que
complejizan y enriquecen la experiencia estética. Sin duda, la obra del
artista está lejos de forjarse como una historia cerrada. El timbre del
teléfono que nos acompaña durante todo el recorrido impregna las obras
de una temporalidad densa y reflexiva, de un ritmo tan latente como la
promesa de trascendencia de su búsqueda.
"La Partida"
"La ciénaga"
"La desobediencia"
La propuesta de Jorge Canale puede visitarse hasta el 10 de febrero en el Centro Cultural Recoleta.
Publicada por CRAC! Magazine