"KADABRA" en Galería Carmen Sandiego





El espacio de lo indeterminado

“En el momento en que apareció Alicia, todos se abalanzaron sobre ella. Pero Alicia echó a correr con todas sus fuerzas, y pronto se encontró a salvo en un espeso bosque .”


                                                                                              “Alicia en el país de las maravillas”, Lewis Carrol

 

Inaugurando una nueva temporada, la galería Carmen Sandiego presenta su primer muestra del año partiendo de la reflexión acerca de un espacio específico: el bosque.
Sin embargo, este concepto será sólo el punto de partida que permitirá trazar infinitos hilos de relación con otras esferas, como los cuentos de hadas, las historias populares, la fantasía, la superstición, y la identidad.

 En esta oportunidad no se exhiben los artistas estables de la galería, sino que se insertan nuevas figuras. Los autores que integran esta propuesta son Sofía López Mañan (Buenos Aires,1982), Nicolai Sommefelt (Oslo, 1989), Alejandra Alarcón (Cochabamba, 1976), Alejo Fernández (Buenos Aires, 1973), Guillermina Gómez (Bahía Blanca, 1985), y Nahuel Borges (Buenos Aires, 1983). El trabajo curatorial se encuentra a cargo de Laeticia Mello.
En la selección de trabajos, siempre persiste la idea de exhibir la multiplicidad de los recursos del arte. La galería, nacida apenas en el año 2010, se inició con cuatro artistas- Cesar Trinca, Lucía Mancilla Prieto, Anatole, y Nelson Escalante- quienes se valían de diversas técnicas como el collage, la ilustración, la pintura, y la fotografía consecutivamente. Sin dudas, esta elección no es casual. El nombre del espacio hace honor al famoso juego Carmen San Diego, donde se abre paso al aprendizaje a través de la tarea lúdica. Los fundadores de la galería, Sol Rossi y Joaquín Giménez, admiten ser herederos de una generación que transitó el pasaje de lo analógico a lo digital, y estimo que esto se refleja en la elección de las obras y artistas a exhibir. Kadabra no será la excepción. La muestra cuenta con una gran variedad de lenguajes, desde la fotografía, el video, y la instalación, hasta el dibujo y la acuarela.

Por otra parte, la multiplicidad de la muestra no sólo involucra matices de técnicas y lenguajes artísticos, sino que se enriquece por la distinta nacionalidad y formación de los artistas participantes.

Al ingresar al mundo Kadabra, no pueden omitirse las recurrentes citas a historias populares e infantiles. Ellas proponen una mirada amplia y diversa sobre este escenario tan singular que representa el bosque. La elección deliberada de este ámbito espeso y frondoso tiene su justificativo. Bruno Bettleheim analiza este concepto en relación a las historias populares, donde la “(...) deliberada vaguedad de los principios de los cuentos de hadas simboliza el abandono del mundo concreto de la realidad cotidiana. (...) bosques impenetrables, sugieren que algo oculto nos va a ser revelado”.


Los relatos, los comentarios, las fantasías, las distorsiones y los rituales que en base a estas historias se desprenden, alimentan su misterio. Este habitáculo indeterminado pero lleno de posibilidades, se presenta como una tabula rasa donde podemos alojar las sensaciones y reflexiones que nos plazcan. Es un espacio arquetípico, sin límites, acogedor y natural aunque inmenso e incalculable, que representa un marco impredecible.

Una de las artistas destacadas es Sofía López Mañán. La artista presenta tres fotografías, trabajadas a través de planos generales de los que emergen criaturas híbridas. El universo natural del bosque y sus criaturas dialogan con el habitáculo humano y su simbolismo.  Este contacto entre universos tan distintos abre el camino para una reflexión sobre la identidad.  Permite crear un espacio anónimo, despojado pero lleno de riqueza, así como sus protagonistas. Actualmente la artista se presenta en forma simultánea con una exhibición individual llamada Anonimous en la galería Sicart de Barcelona.



 

Sofía López Mañan "Anónimos", Fotografía toma directa, copia en lambda, Ed. 1 de 7, 50 x 70 cm., 2013

  

Por otro lado, Guillermina Gómez se erige como la incorporación más multifacética y versátil de la muestra. La artista invade el espacio con una serie de obras muy diversas en formato, técnica y lenguaje. Entre ellas, una instalación, un video, una fotografía y dos dibujos. Su mirada hacia el bosque se inspira en las leyendas tibetanas budistas. La sutileza y detallismo de sus dibujos aportan un componente etéreo y místico a la muestra, reflejan el corazón de ese bosque como un talismán luminoso.




Guillermina Gómez, "Chintamani", Grafito sobre papel, 17 x 24 cm., 2013

 

Otro rincón de la sala se encuentra intervenido por unos árboles oscuros y esquemáticos pintados en  el muro, que obran de marco para la serie de obras del noruego Nicolai Sommefelt. Especializado en el campo de la acuarela y el dibujo, se define como resultado de una inspiración del Expresionismo alemán y el Surrealismo francés. En esta ocasión, el artista trabaja a través de las historias populares que formaron parte de su niñez en su tierra natal.



Nicolai Sommefelt

Alejandra Alarcón es quien trabaja en referencia más explícita a los cuentos de hadas. Su mirada crítica y perturbadora busca resignificar esos relatos tradicionales que nos formaron en la infancia. En relación con su serie “La Caperucita más roja”, en esta oportunidad presenta tres obras donde retrata la revancha de  esta Caperucita enfrentada a la sociedad patriarcal, tan  presente en la Bolivia natal  de la artista. El juego entre la sutileza de la acuarela como técnica elegida y la fatalidad de la temática representada, son una característica común en su obra. En esta contradicción reside su gran poder atractivo. Se aprovecha el esparcimiento líquido de la acuarela para acentuar el momento dramático en que la sangre de la heroína corre desmesuradamente. A su vez, esto se contrapone a la forma en que los colores se expanden en el papel con dulzura notable para representar otros detalles, como las delicadas flores que adornan las infantiles medias de Caperucita. La niñez entra en contradicción con la actitud de la muchacha, reflejada en sus acciones, como la potencia con que sostiene la cuerda donde lleva amarrados a los lobos. Este juego sensible es trabajado por Alarcón en otras series como Cinderella Ending, y Blancanieves.



Alejandra Alarcón, "Río de lobos", Acuarela sobre papel, 55 x 77 cm., 2013
Así es como la elección realizada por cada artista complementa una historia que tiene múltiples focos y mantiene latente el interrogante acerca de este frondoso escenario de lo indeterminado. Las obras nos invitan a buscar alternativas a las historias ya conocidas, a romper los arquetipos  más  arraigados y a adentrarnos a este bosque lleno  preguntas y posibilidades. Vía de escape hacia la fantasía, la reivindicación social,  el encuentro espiritual,  los miedos  más profundos o las  aventuras más  novedosas, ninguna premisa está descartada en esta propuesta.
Victoria do Campo
Publicada por REVISTA ÁMBAR ISSN N° 1852-1088 
 www.ambar-revista.com.ar | info@ambar-revista.com.ar
Agradecimientos: Anahí Grippo y Diana Marotte
FICHA TÉCNICA
KADABRA
Artistas: Sofía López Mañan, Nicolai Sommefelt, Alejandra Alarcón, Alejo Fernández, Guillermina Gómez, y Nahuel Borges.
Curadora: Laeticia Mello.  
Inauguración: Miércoles 27 de Marzo a las 19hs.
Cierre: 26 de Abril
Espacio: Galería Carmen Sandiego
Domicilio: Tucumán 843 1° B / Buenos Aires
Horarios:  Martes a viernes de 14 a 19 h / Sábados de 13 a 16 h
Teléfono: 011 4328 9790